Durante la adolescencia abusamos de lo imposible, del nunca, del siempre, del fracaso, del éxito y de lo eterno.
Y es que cuando somos jóvenes es cuando se vive intensamente.
Cuando un día puedes contra todo y nada te parece imposible, y otro puede que dudes de hasta tu nombre.
Es cuando crees que el siempre existe y el nunca también. Es cuando más errores cometes pero cuando más aprendes.
Puede que nos pasemos de superficiales, pero al menos nosotros sabemos lo que es vivir, sabemos coger un momento y
hacerlo inolvidable, sabemos vivir nuestra vida como si cada instante fuera el último pero al mismo tiempo fuéramos a
vivir para siempre. Porque por mucho que digan, hacerse adulto solo sirve para aparentar, para hacernos más cobardes
y para querer complicarlo todo.La vida es solo para ser feliz, que solo hay una que aun por encima se nos hace corta a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario